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Wellington y cercanías (N.Zel.)

En los días siguientes al 4 de marzo hemos visitado todavía algunos lugares del ‘Hombre de los anillos’ ó  ‘Lord of the rings’. Ingrid contará más sobre el particular, así que yo comienzo por el 8 de marzo. Ayer llegamos a Wellington y hoy fué Ingrid de nuevo al ‘Hombre de los anillos’ ó ‘Lord of the rings. Tenía que estar muy temprano lista para la marcha, así que hemos reservado para 2 noches en un hostal. La primera noche dormimos con dos chicas Danesas en la misma habitación y todavía llegaron otras dos más tarde, pero al día siguiente muy temprano ya se habían marchado. Durante la marcha de Ingrid me dediqué yo a escalar la Montaña Victoria (Suena más espectacular de lo que en realidad es, pues en media hora había hecho el recorrido). Desde Victoria podías ver toda la ciudad de Wellington, con un bonito panorama. Después me fuí a pasear por el centro de la ciudad.

 

El 9 de marzo fuimos Ingrid y yo a visitar el museo the Papa. La entrada era gratuita y una vez adentro es increible la variedad de exposiciones que se pueden ver, de las que solo por 2 había que pagar. Se trataba de todo lo referente a Nueva Zelanda: la flora, la fauna, los volcanes, los Maoris, etc.etc. Era tan grande y abundante en información, que no lo pudimos ver todo.

 

El 10 de marzo tomamos el ferry para Picton, lo que significaba que teníamos que vaciar el coche (que ya estaba por cierto bastante lleno) y teníamos que registrar todo elequipaje en la ventanilla de inscripción para el viaje. Afortunadamente había allí carritos para el equipaje, lo mismo que en los aeropuertos, lo que nos facilitó el transporte del mismo. El coche lo podíamos dejar atrás en un aparcamiento. (ni siquiera se preocuparon de mirar si el coche se encontraba en orden!!). Una vez llegados a Picton yo esperé nuestro equipaje e Ingrid fué a buscar un nuevo coche, que resultó ser un Nissan Sunny. No era el coche que habíamos apalabrado, pero bién. Fuimos a comer algo en Picton, después de cargar el equipaje, y la verdad que no fué ningún banquete. Cuando volvimos al coche descubrimos que perdía aceite y caían gotas hasta por la radio. Así que volvimos al ferry, pero ya no había nadie en las oficinas de alquiler. Ingrid se puso en contacto por teléfono con APEX y afortunadamente tenían una oficina en Picton. Fuimos a ella y nos dieron otro coche, más espacioso. Desde aquí nos fuimos a un camping, pero llovía tan fuertemente que tomamos una habitación. No era muy cara, por lo que al día siguiente reservamos para una noche más.

 

El 11 de marzo recorrimos parte de la ruta ‘Reina Carlota’ con nuestros vecinos de habitación Casper y Laura. Tras un recorrido corto hicimos contacto con una familia Danesa/Inglesa, que ya habíamos visto anteriormente por la parte norte de la isla. El marido marchaba de vuelta con el hijo más pequeño y la señora nos propuso de andar un poquito más con ellos y después el marido los recogería a todos con el coche y nos llevaría al punto de partida (donde estaba nuestro coche). Muy atentos por su parte por lo que aceptamos la propuesta y nos unimos a ellos. La señora caminaba con dos hijas y al final de trayecto nos juntamos todos en el coche. Por la noche todavía estuvimos en ambiente agradable con Laura y Casper en la cocina.

 

El sábado 12 de marzo viajamos al desfiladero French. Habíamos oido que aquí podríamos nadar con delfines. Fué una ruta fantástica hasta llegar al lugar. El camino era una mezcla de tierra y piedras, pero bien preparado para viajar.

 

Al día siguiente nos pusimos en contacto con una organización llamada ‘Safaris de Mar’ (Seasafaris), que nos llevaría a nadar con delfines. Desafortumadamente no aparecieron delfines por ninguna parte, así que Danny nos acompañó a un grupo de lobos marinos!!. Y con estos sí que pudimos nadar!! Esto fué una experiencia fantástica: llegaban hasta  muy cerca de nosotros. También el arrecife era digno de ver. Allí nos proveímos de instrumentos para bucear, lo que hicimos con ciertas precauciones. Esto fué una experiencia fantástica!!. A medio día todavía fuimos a la palaya. Nuestra playa privada!. Hay que andar un poco hasta llegar a ella, pero una vez allí no se ve absolutamente nadie. Fué una experiencia inédita!!. La vista era muy bonita. Por la tarde fuimos con Danny, de Seasafaris, para recoger un cdrom que habíamos encargado sobre nuestro baño con los leones marinos. Le pedimos además si al día siguiente podíamos hacer un nuevo intento de nadar con los delfines. Quedamos en que si no viéramos los delfines le pagaríamos 30 dólares en lugar de los 98 que cuesta un safari de este tipo.

 

El 14 de marzo a las 9 de la mañana estábamos de nuevo en el barquito en busca de los delfines. Por desgracia no los encontramos por ninguna parte. Pero Ingrid descubrió un par de aletas moviéndose sobre la superficie del agua junto a uno de los barquitos. Resultó tratarse de orcas!!. En lugar de hacia los delfines, hemos mirado sin grandes riesgos el movimiento de las orcas. También aquí salieron cuadros fantásticos, que enviaré a Holanda posteriomente. De nuevo tuvimos una experiencia fantástica!!. Normalmente llegan las orcas más tarde en el año por aquí, pero esta vez acudieron especialmente para nosotros!!. De vuelta a la bahía nos regalaron un t-shirt de los Seasafaris, para que los promocionásemos durante nuestro viaje. Si alguien quiere saber más sobre los Seasafaris aquí envio su dirección digital: http://www.seasafaris.co.nz/index.html Este es el lugar más interesante para visitar, ya que todavía no está explotado como turístico y por ello merece la pena!!. Aquí también hacen investigaciones sobre la vida individual de las orcas, así que les prometí que les enviaría las fotos que ralicé de las mismas. A medido día marché de nuevo a la playa, donde todavía pude hacer dos bonitas foto’s de rayas, que nadaban junto a la playa. Ingrid había marchado entre tanto a la escuela local, pero de eso ya contará ella en su momento. Desde nuestra playa es desde donde habíamos vista las orcas junto al barco. Pero esta vez ya se habían marchado mar adentro. 

 

Saludos,

Rubén