Nos encontramos en  Paihia (un pueblecito en la costa), donde hemos pernoctado en un camping. Estábamos en un lugar idílico junto al agua. La buena situación se dejó notar en el precio de la estancia, pero pudimos pasar por el agua limpia nuestras ropas y nosotros mismos.

 

Aunque no soy un gran narrador voy a contaros algo de lo que vamos viviendo por aquí. 

El martes escalamos Ingrid y yo en Monte Edén, una montaña volcánica en Aukland, desde donde se divisa una vista panorámica de la ciudad. Todo junto a la costa. No muy lejos de Monte Edén se encuentra otra montaña volcánica. Está ahí mismo, pensamos, por lo que nos pusimos en marcha!!!. Y la visitamos tras un largo paseo (One Tree Hill). Para mi gusto era esta mucho más bonita, pero a medida que íbamos subiendo teníamos que utilizar senderos de ovejas, mientras que en Monte Edén andaban muchas vacas sueltas.

Esta tarde me puse en contacto con otros dos ‘backpackers’ que tenían utensilios para acampar y nos los vendieron por 100 dolares (unos € 50,00).

Al día siguiente por la mañana nos juntamos con ellos y pudimos seleccionar todo lo que pensamos podíamos necesitar, que era casi  todo lo que llevaban, como una tienda de campaña, un elemento para cocinar con gas, muchos planos de las islas, intrumentos para cocinar y comer y otras cosas más. 

Seguidamente visitamos el ‘Kelly Tarltons Antartic Encounter water world’. Esto se puede comparar con El Arsenal en Vlissingen (gran acuario en esta ciudad de Zeeland en el suroeste de Holanda).  Solamente que aquí en Nueva Zelanda es esto esto gigantesco, donde la Antártica está central, con todas las especies marinas que la habitan. Ver esto es fantástico: andas por una especie de tubo grande, dentro del acuario, desde donde puedes apreciar todas las clases de peces y especies marínas. También hemos presenciado un par de veces el momento de dar alimento a este mundo marino y viajamos en un Snowcat, una especie de carrito donde te asientas y te van llevando por los pingüinos y especies parecidas, de forma que se pueden ver de cerca sin trastornarles la tranquilidad del hábitat.

 

Al día siguiente, 10 de febrero, llevamos Ingrid y yo todos nuestros utensilios al lugar donde alquilaríamos un coche. También hicimos abundantes compras. Cuando teníamos todo el equipaje en el coche marchamos hacia Waipoua!. Conducía yo y al princio era cuestión de acostumbrarse. Tenía la inclinación de ir demasiado a la izquierda, pero enseguida se acostumbra uno. (afortunadamente era un automático, de lo contrario hubiese costado más tiempo de acostumbrarse a conducir por la izquierda). Se trata de un Toyota Sprinter azul. Salimos un poco tarde de Aukland porque la empresa de alquileres había perdido nuestros datos y tuvimos que repetirlo todo de nuevo y para colmo habían escrito nuestros nombres equivocádamente. Así pusieron por apellido mi lugar de nacimiento. En el comienzo de la tarde llegamos a un camping en el "Waipoua Forest Camp", donde pasamos la noche.

 

El viernes visitamos el ‘Waipoua Kauri Forest’. Es un bosque con los típicos árboles nz-se kauri. Estos árboles se hacen muy grandes y gordos. Un árbol tenía 4 troncos que les llaman las cuatro hermanas. También estuvimos junto a un árbol del que no recuerdo el nombre, que era muy bonito. Lo que eché de menos fué una ruta de paseo pintoresca por el bosque. Después nos enteramos que podíamos haber seguido un sendero que está cerrado al público, por el que se podía realizar un bonito paseo. Tras un largo disfrute de la naturaleza volvimos al camping, cargamos nuestro equipaje y marchamos con dirección Cabo Reinga (el norte de la isla más al norte).

Al atardecer todavía no habíamos llegado al lugar de destino y comenzó a llover torrencialmente. El sendero tampoco era firme, ya que no era de asfalto sino de piedrecitas. Tras una larga búsqueda del lugar (pasando incluso entre una manada de vacas) aparcamos el coche a lo largo del camino, donde pasamos la noche. Al día siguiente seguimos la ruta y descubrimos que el camping se encontraba a 15 minutos de donde habíamos dormido.

En el camping nos aseamos y desayunamos. Este se encontraba ubicado en una bahía con una playa maravillosa. Desde aquí salimos hacia Cabo Reinga, lugar donde se besan el mar Tasmánico y el Océano Pacífico. Qué fotos más chulas!!. Seguidamente marchamos hacia

 Paihia, donde dormimos en un camping junto al mar. Con marea alta se encontraba nuestro camping a un metro del agua.

 

Hoy, domingo, marché a pasear por las Cataratas Haruru, tras haber dejado a Ingrid en el Reservado Nacional Waitangi. Fué un paseo fantástico, con una gran variedad de panorámicas. Primero anduve por una selva y tras una hora de paseo me encontraba en un bosque de mangos. Aquí pasabas por un puente de madera, desde donde se divisaban gran cantidad de peces moviéndose en el agua entre las raíces de los árboles. Lo menos interesante fué la Cascada Haruru, ya que no estaba ubicada en un entorno bonito, sino delante de un puente y en los laterales del mismo gran cantidad de viviendas construidas. En la foto he tratado de sacar solamente la cascada. Seguidamente fuí a dar un vistazo a un reservado nacional. Aquí fué donde en otros tiempos las tribus Maori firmaron un convenio con los Ingleses sobre la ocupación de la isla. En el reservado se encuentra un monumental edificio Maori y por todas partes se ofrece información sobre la historia de los Maoris.

Rubén